Preguntas (relato de orgullo)
Si, eso creo. ¿De verdad? Bueno, como tu digas. Claro. Por supuesto. Vale. Yo. Nadie me ve, ni me siente, yo diría que ni les importo, pero sigo escondido.
Me divierte sentirme asi.
¿Dónde esta Jon?... ninguna respuesta, solo gestos de ignorancia. Son comunes esos gestos en ellos. Yo diría que les representa, les hace únicos a la vez que comunes. La ignorancia les crea, les rodea, les pule. Les hace iguales y, al fin, les hace nadie.
Pues sí, me encanta sentirme perdido aun estando aquí. Ningún dedo puede señalarme cuando estoy como ahora, escondido en vosotros, entre vosotros.
Soy uno de vosotros, pero sin paradero reconocible. Os observo entre vuestras preguntas y me siento bien porque me entretenéis. Sois mi ocio, mi juego favorito con el que matar el tiempo. Es inútil intentarlo, hay que nacer así para saber lo que se siente. Ser unico y saberlo, es la mejor recompensa que te puede ofrecer la vida. Muchos son como yo, únicos, pero pocos, contados con quiza seis manos en todo el mundo, lo saben realmente. Esos no merecen morir, pero fallecen y son llorados por los desafortunados sin alma. Siempre pienso en el alma, ¿existe?, ¿nos mira?, ¿podria ayudarme a comer hoy?, corre alma, ves a buscarme una pizza con Pepsi. Muy de moda. Yo creo que está ahí, es nuestra fuerza vital que nos hace elegir caminos y equivocarnos. Tambin llora, pero solo cuando algo de verdad vale la pena, no aquel examen, aquella novia (el llorar por una pareja solo es a causa de la imagen futura que nos imaginamos en la que no habra sexo. ¿Miento?), aquel golpe de desprecio; eso son minucias. Las lágrimas brotan por instinto o falta de gusto en esas ocasiones, pero el alma llora cuando de verdad duele, como saber que has perdido una oportunidad de ser, o perder un apoyo intelectual sincero; perder algo personal de real importancia.
Esas cosas matan por dentro a los reales. Esas cosas nos hunden en el sufrimiento interno donde nada es real salvo nuestra alma fragmentada. Un alma rota tarda en unirse de nuevo, la pureza es cara. Sigo escondido.
¿Soy feliz?. No lo creo. Si, lo siento. ¿Te da igual? ¿De veras? Tú mismo. ¿Quién te crees que eres?
Si, eso creo. ¿De verdad?. Bueno, como tu digas. Claro. Por supuesto. Vale. Yo.